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Mostrando entradas de abril, 2020

La complejidad de la evaluación

Antes de evaluar, tenemos que tener en cuenta una diferenciación clave, la existente entre evaluar y calificar: todo lo calificable es evaluable, pero no todo lo evaluable tiene por qué ser calificable. La evaluación, como el resto del proceso de enseñanza-aprendizaje, debe estar muy pautada y cada procedimiento debe contar con un instrumento de evaluación: rúbricas, listas de cotejo, etc. El alumnado debe tener muy claro qué, cuándo y cómo se le va a evaluar antes, durante y después del trabajo de los contenidos. Además, la evaluación no solo debe provenir del profesorado (heteroevaluación), sino que ha de ser triádica. En ella, el propio alumnado reflexiona sobre su proceso (autoevaluación) y también lo hacen sus compañeros (coevaluación). De esta forma damos al alumnado recursos para poder trabajar sus capacidades comunicativa, colaborativa, creativa y crítica.

¿Trabajo en grupo o trabajo en equipo?

En el trabajo en equipo: - Todo el mundo participa. - Los resultados son más completos. - Hay cabida para la discusión, para el debate. - Hay que llegar a acuerdos, es necesario consensuar. - Se practica la escucha: necesito saber qué ha puesto mi compañero/a para poder avanzar. Estructurar el trabajo en equipo es mucho más complejo que plantear un trabajo en grupo, pero permite que se den aprendizajes más significativos y más allá de los contenidos. En equipo, el alumnado trabaja 4 capacidades esenciales: comunicativa, colaborativa, creativa y crítica.

Un proyecto para el próximo curso: la docencia compartida

La docencia compartida es el trabajo colaborativo de dos o más docentes que puede darse en un grupo-clase o juntando grupos. En su forma más compleja, la colaboración entre los docentes se extiende a lo largo de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje: planificación, intervención, evaluación y reflexión. Su objetivo es que la práctica docente sea más eficaz para TODO el alumnado. Para ello, una vez más es fundamental que el proceso esté muy pautado: en la organización física del aula, las normas y rutinas, la estructuración de las actividades y sus objetivos. También es esencial el modelo: el profesorado trabaja en equipo y anima a su alumnado a que haga lo mismo. Imagen del blog mavensol.blogspot.com, de Mª Eugenia Pérez 

Un ejemplo de trabajo cooperativo: ser guías turísticos

Una de las técnicas cooperativas más conocidas es "El Rompecabezas" o "Jigsaw". En ella, el trabajo se divide en cuatro partes (o tres, o cinco, en función del número de alumnos de cada equipo) y cada alumno prepara "su" parte. De esta manera, se forman "expertos" que ponen en común lo estudiado con los "expertos" de los otros equipos, para posteriormente explicar lo aprendido a su grupo. Así, para completar el trabajo es necesaria la aportación de todos, porque cada uno dispone únicamente de una pieza del rompecabezas.  En  PMAR y UCE hemos trabajado así los contenidos de Ámbito sociolingüístico correspondientes a la etapa histórica medieval, acercándonos a ella a través de una ciudad de nuestro entorno cercano, Tudela, fundada en este periodo. Una vez dominado el tema, el alumnado preparó un tríptico (3º PMAR), un anecdotario (2º PMAR) y una dieta medieval (UCE) y visitó la ciudad sin necesidad de contar con guías turísticos, ya qu

Nuestra primera experiencia cooperativa: el programa "Leemos en pareja"

Desde hace varios cursos, en la materia de Ámbito sociolingüístico, y también en algunas clases de Lengua castellana o Inglés, desarrollamos el programa Leemos en pareja, que tiene como objetivo mejorar la competencia lectora del alumnado, en particular la comprensión lectora, a partir de la tutoría entre iguales (es decir, entre el propio alumnado).  ¿En qué consiste el programa? A partir de los resultados obtenidos en unas pruebas específicas de comprensión lectora, se establecen parejas de alumnos, con roles diferentes (tutor/tutorado) y bien definidos. Los tutores deben trabajar los textos antes de leerlos con los tutorados, ya que ellos son quienes marcan la pauta de la lectura. Los roles y el proceso de lectura están muy pautados, y la mejora se da no solo en la comprensión lectora, si no en otros aspectos esenciales: la inclusión y la cooperación del alumnado, el incremento de su responsabilidad hacia el aprendizaje y su autoestima.