La clase se divide en grupos de, preferiblemente, 4 alumnos (también pueden ser de 3 o de 5) heterogéneos en origen, carácter o nivel curricular. A cada alumno/a se le asigna un rol dentro del equipo con unas funciones determinadas. Con el fin de "hacer grupo" elaboran unas tarjetas que posteriormente se plastifican, explicando el rol que les ha tocado, ponen nombre y diseñan un logo para su equipo (en cartulina) y guardan todo en la carpeta del equipo. Los roles que se les asignan son:
Coordinador/a: modera las actividades, lee las instrucciones y organiza al grupo; controla que se sigan los pasos de la estructura y es portavoz del equipo.
Coordinador/a: modera las actividades, lee las instrucciones y organiza al grupo; controla que se sigan los pasos de la estructura y es portavoz del equipo.
Ayudante: supervisa al coordinador y sustituye al compañero ausente; ayuda al que lo necesite.
Secretario/a: toma notas y rellena las hojas del equipo. También se encarga de custodiar las entregas de las actividades en el plazo previsto.
Intendente/controlador: cuida el material del equipo y se asegura de que se trata adecuadamente. Controla que no se pierda el tiempo y se encarga de organizar la colocación del equipo.
Animador (opcional): motiva al equipo.
Es muy importante insistir en el respeto a las normas de la clase, haciendo hincapié en varios puntos fundamentales:
1ª Mantener el nivel de ruido: hay que recordar que se mueve primero la silla, después la mesa y todo ello sin arrastrar. Una vez están los grupos formados, hay que tener en cuenta que el nivel de ruido al estar en grupos aumenta. Se utiliza la estrategia: “gesto con la palma de la mano” para pedir silencio. Dentro de cada grupo, es muy importante la figura del "controlador", entre cuyas funciones está la de controlar que el volumen de voz no sea muy elevado.
2ª Permanecer en mi sitio: esta norma es importante para que los alumnos entiendan que tienen que trabajar e interactuar con su equipo, aunque en él no se encuentren sus compañeros más cercanos.
3ª Respetar el turno de palabra: en este caso, se puede utilizar la estrategia de “Lápices al centro”.
4ª Respetar la opinión del compañero: utilizar las “palabras mágicas” (por favor, gracias..)
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