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La importancia de enseñar a aprender juntos


Co- operari: 
- Opera-ae: trabajo, servicio, interés, ayuda, apoyo. 
Mostrar interés mutuo, ayudarse o darse apoyo mutuo. 

Estamos habituados a que el peso fundamental en nuestras aulas recaiga en la interacción asimétrica entre profesorado y alumnado, y al esfuerzo individual de estos últimos. Sin embargo, la relación entre iguales (simétrica) es la más apta para favorecer el aprendizaje. En la metodología cooperativa, además de aprender de los profesores, el alumnado aprende de los integrantes de su equipo. Las estructuras cooperativas potencian un aprendizaje cada vez más autónomo e interrelacionado, en el que los alumnos colaboran entre sí y se ayudan mutuamente. Se crea, entre los integrantes de un mismo equipo, una "interdependencia de finalidades positiva": todos, en su búsqueda del mismo objetivo, dependen unos de otros y cuentan unos con otros. Además, es necesaria la responsabilidad individual. Ambas no pueden darse de una forma equitativa de manera espontánea, por lo que es fundamental que el trabajo esté claramente pautado por el profesorado, atendiendo, fundamentalmente, a dos variables: heterogeneidad y grado de autonomía inicial del alumnado. Como indica Pere Pujolas, "no se trata de que los alumnos hagan de vez en cuando un "trabajo en equipo", sino de que estén organizados, de forma más permanente y estable, en "equipos de trabajo"  fundamentalmente para aprender juntos, y, ocasionalmente, para hacer algún trabajo entre todos. El aprendizaje cooperativo no es solo un método o un recurso especialmente útil para aprender mejor los contenidos escolares, sino que es, en sí mismo, un contenido curricular mas que los alumnos deben aprender y que, por lo tanto, se les debe enseñar". 
Para que los miembros de un equipo colaboren entre sí es fundamental cohesionar al grupo, y en esta tarea las dinámicas de cohesión grupal son esenciales, si bien no la única herramienta. En el IES Alhama estas dinámicas se trabajan fundamentalmente en las horas de tutoría y se programan a partir de las características del grupo clase con el que se ponen en práctica: relaciones del alumnado, actitud hacia el estudio o el trabajo en equipo, etc. Este curso, entre otras, hemos puesto en práctica las siguientes:
"La maleta": este juego permite conocerse mejor y descubrir aficiones comunes o afinidades. El profesor o la profesora lleva una maleta a clase y delante de todos los estudiantes saca de ella tres objetos especialmente significativos para él o ella: unas botas de montaña,
porque le gusta mucho el excursionismo; una novela que le agrada especialmente, etc..
De vez en cuando, invita a un alumno o a una alumna para que haga lo mismo y los demás pueden hacerle preguntas sobre sus objetos. De esta manera, todo el alumnado acaba llevando a clase, un día u otro, la maleta llena de sus objetos preferidos.
"Las páginas amarillas": en el listín telefónico se encuentran listas de personas o empresas que prestan un servicio. En esta dinámica el alumnado confecciona una especie de "Páginas amarillas" de la clase, donde cada estudiante pone un anuncio sobre algo que puede enseñar a sus compañeros.
"El equipo de Manuel" o "El juego de la NASA" buscan, a partir de situaciones hipotéticas, que  el alumnado descubra que el trabajo en grupo genera más ideas y mejores soluciones.

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